Ni voy ni te espero

viernes, 12 de agosto de 2011

0 cartas prohibidas  

Artículo completo de Raúl Solís, para Montilla Digital:
La visita de Susan (abreviatura de Su Santidad) no me molesta. Como hombre libre puede venir a España y, por mí, se podría ir a la Cochinchina. Estoy encantado de que los reaccionarios que irán a aplaudir el discurso homofóbico, pseudofascista, machista, y anticondón que lanzará el líder de una organización que acoge a pedófilos y propaga la virulencia del Sida en África puedan tener por un día sensaciones orgásmicas sin represión. Siempre que la orgía papal la paguen los orgásmicos. 


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No obedeceré sus dogmas. Sus ofensas me las pasaré por debajo del Arco del Triunfo. No soy católico. Su figura para mí tiene el mismo valor que pueda tener Belén Esteban. Cero. Eso sí, me reiré al ver que en pleno siglo XXI aún hay gente que sigue aplaudiendo tesis tan alejadas de la ciencia, el raciocinio y la lógica.

Mi risa hacia estos hooligans de la fe es irrespetuosa. Lo sé. Pero mis risas hacen menos daño que sus creencias discriminatorias y los insultos que lanzan contra cualquier modelo de vida libre que no acepte el yugo de las sotanas.

Ninguna de mis risas acarreará que un católico tenga que asistir al psicólogo o se quiera quitar la vida. Por el contrario, sus monsergas homofóbicas sí han conseguido que más de un homosexual haya salido de los confesionarios con deseos de quitarse la vida o pensando que tener relaciones con una persona de su mismo sexo es un pecado capital que sólo merece la muerte.

Ninguna de mis risas provocarán que un africano muera de Sida por no usar condón. Ni mis carcajadas serán cómplices de pedofilia. Ni justificarán la violencia de género, ni ridiculizaré a ninguna mujer divorciada que esté muriendo en vida. Ni ninguna de mis risas dirán que la masturbación es insana y un “vicio” de tal envergadura que puede ser causa de parálisis cerebral.

Por desgracia, la vergüenza ajena que tendré que sufrir mientras una panda de reaccionarios aplauden las infamias, los insultos y el veneno papal no será bastante para que mi Gobierno piense que no se puede financiar con dinero público la visita del líder de la entidad que más daño ha causado en la historia de la humanidad.

Un pasado genocida, persecutor, pedófilo, saqueador y aniquilador contra quienes no tuvieran en Roma el fin de todos sus caminos. En Granada, por ejemplo, está la huella más cercana que los andaluces tenemos para comprobar cuál ha sido el modus operandi de esta institución odiosa que siempre pide perdón 500 años después de haber cometido el pecado.

Mientras los beatones y la jerarquía vaticana aplaudan como posesos las barbaridades que lanzará Benedicto XVI, Somalia y otros rincones del mundo seguirán muriendo por inanición. A la vez que en España se reduce un 23 por ciento el dinero destinado a la lucha contra el hambre en el mundo, se cierran ambulatorios y urgencias hospitalarias, se reduce el sueldo a funcionarios y suben los impuestos a las clases medias, las empresas patrocinadoras de la excursión de Susan podrán disfrutar de una bonificación del 35 por ciento en el Impuesto de Sociedades.

Es decir, que los patrocinios privados para “alimentar el espíritu” de los católicos irán también a cargo del bolsillo de los no católicos. Como si no tuviera bastante Susan para organizar la excursión con los 10.000 millones de euros anuales que recibe a través de los Presupuestos Generales del Estado o el superávit de 21 millones que tiene el Vaticano, gracias a fondos de inversiones, activos inmobiliarios y acciones en empresas de dudosa moralidad. Susan, yo no voy ni quiero que vengas. No con mis impuestos. Yo me pago mis excursiones.

Cartas desde el confesionario

martes, 12 de julio de 2011

1 cartas prohibidas  


En Canadá en este momento hay un gran escándalo por la forma en la que un eminente prelado, gran amigo de Juan Pablo II, y conocido depredador sexual, fue protegido y amparado por la jerarquía. No es que yo lo diga, es que se ha conocido una carta escrita sobre este hombre en 1993 por un obispo enviado del Papa a Canadá. Es difícil imaginar un mensaje de una depravación moral mayor. Probablemente pueda leerla usted mismo.






Sobre el contenido, se admite que este hombre, un sacerdote, había molestado a cuatro o cinco chicos. "Recientemente ha llegado a nuestra atención que no había una sino cuatro o cinco víctimas en total". Nadie negaba esto, así que no se trataba de inmoralidad, se trataba de ser, a ojos de la ley, un criminal (cumple de hecho sentencia de prisión en Canadá). Pero querían liberarle de su misión y llevarle a Roma. La carta continúa "no nos oponemos a darle otra oportunidad siempre que salga de la escena en Canadá". ¿Por qué moverle de Canadá? Porque el resto de obispos sabían lo que hacían y no le querían a su lado. Pero no les importaba que Roma asumiese su cargo.


Aquí está el truco. Como coleguilla del Papa, era probable que consiguiese ser promocionado, y eso podría alterar a las víctimas. Pero al ser descendientes de polacos de mierda (N. del T. "dumb pollacks" en el original) no es probable que protesten, gracias a Dios, a pesar de que les están aconsejando hacerlo. "Un detalle de alivio es que al parecer todas las víctimas implicadas son decendientes de polacos y su respeto por sus sacerdotes y su iglesia les ha echado atrás a la hora de hacer públicas sus alegaciones y acusar criminalmente al prelado". Sin embargo, las víctimas sí se sienten atacadas por el hecho de que el acusado esté viajando libremente por el mundo sin vigilancia alguna (hasta Tailandia, nada menos) y si es ascendido, especialmente si es nombrado obispo, montarán en cólera. Lo más preocupante para ellos es que se haga público, algo que será terrible para la diócesis y para toda la iglesia. Llegaron a apartar de la escena a otro sacerdote que lo averiguó todo y habló con la madre de una de las víctimas. Expresó su preocupación al Vicario General y fue "apartado".


No hay preocupación alguna por las víctimas, simplemente miedo de que la historia se conozca y precauciones para que esto no ocurra. Y eso es todo. La carta termina "Con mis mejores deseos de respeto y oración, quedo, señor embajador, fielmente suyo y en Cristo. JR Windle, Obispo de Pembroke".

Miau

sábado, 25 de junio de 2011

0 cartas prohibidas  

Pues eso, mmmmmmmmmm miau.

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