El cielo se despedaza

viernes, 13 de agosto de 2010

 




Hoy se ha caido el cielo.

Mi estado de ánimo al levantarme estaba en el límite más bajo de ésta semana.
Y unas horas después, las nubes, rayos, truenos, granizos y demás me han acompañado como en un musical.

Dado que no me quedan ya casi lágrimas, parece que las nubes lo han hecho por mí, han sacado lo que llevo dentro y han conmocionado la ciudad.

Ayer fué un día raro. Gracias a la fluoxetina vivo en un mundo paralelo, donde todo es tranquilo y no siento ni padezco. A razón de ello, pude volver a hablar con Safi, cosa que hacía meses que no pasaba. De ahí se llega a la conclusión de que no hay que creer lo que parece, sino creer en lo que las personas te dicen, dar un voto de confianza a la sinceridad. O eso, o preparárse para lo que te llegue luego, en mi caso... nada bueno.

También le vi a él. Después de cuatro días de ausencia. Pero lo ví desde la burbuja de mi mundo peculiar. No sé cuanto tiempo duró, pero a mi me parecieron segundos. Una conversación de cinco palabras, solo una de ellas mía... y de repente desapareció por dónde vino. Que shock.

Luego, fuimos a ver la lluvia de estrellas. Y creo que de ahí viene el bajón de hoy. No era el momento adecuado, ni estabamos los que deberíamos. Además hacía mucho frío y cada poco rato notaba como se me caía una lágrima, que se escapaba sin que yo hiciera nada. No eran las lágrimas de San Lorenzo lo que yo ví pues.


También intenté dormir sin las pastillas. Pero a las siete de la mañana me he rendido... y por fin a las 8 he podido dormir. Agrada ver que también hacen que no tiemble, que es una sensación bastante incómoda.
Y a las once ya estaba de nuevo despierta. Y desde entonces aquí sigo. De la silla a la cama, de la cama a la silla.




Esto no es vida. Que dónde está? Te la has llevado tú...

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